La estructura general de las clases consta de una sesión de meditación y qi gong, una entrada en calor,  
ejercicios aeróbicos, de fuerza, elongación y técnica marcial.

Con los más pequeños el entrenamiento presenta diferencias para 
adecuarlo a sus necesidades y posibilidades, trabajando para desarrollar la técnica pero también fomentar la amistad, la integración, el compañerismo y el apoyo mutuo, elementos indispensables para crecer sanos y fuertes.

Tanto en adultos como en infantiles, la práctica de Shaolin Kung Fu desarrolla la coordinación y la motricidad, la fuerza y la elasticidad.

Las clases tienen una doble modalidad, grupal e individual, asegurando de ese modo que cada practicante recibe la formación correspondiente a su nivel pero también la ayuda especifica para  reforzar capacidades  y superar dificultades.

Nuestra forma de entrenar no hace distinciones de edades ni de género, constituyendo un método integral para que todas las personas experimenten un crecimiento espiritual, mental y físico